martes, 27 de agosto de 2013

Iniciación al barranquismo

El sábado 24 de Agosto partimos un grupo de 6 miembros del club hacia lo que seria nuestra primera salida oficial de barranquismo.

Para la ocasión seleccionamos un par de barrancos muy conocidos por su facilidad, en donde si no se madruga es habitual encontrarse a muchos barranquistas noveles guiados por empresas de aventura el barranco del Furco de Arán y La garganta de Las Gloces del rio Jalle, en la cuenca del Ara, en el Sobrarbe.

Realmente la excursión comenzó el viernes tarde cuando todos juntos fuimos a alquilar el material (neopreno, escarpines, arnés, bagas de anclaje y un mosquetón con su descensor de ocho) el club facilitó casco de seguridad para los participantes y Ramón y David prestaron sus cuerdas personales para la actividad (el club acaba de empezar y aun no hay material comunitario para muchas actividades)

Javi escogiendo talla de neopreno



Preparando todo lo que necesitaríamos al día siguiente

Charla de toma de contacto con el material
El sábado madrugamos. Salíamos de Pedrola a las 6:30 rumbo a Broto.

El acceso al barranco es fácil (ver mapa) nosotros al empezar temprano encontramos sitio para aparcar los coches en uno de los apartaderos de la carretera que sube a Buesa.

Las ansias por entrar hizo que nos equivocáramos de camino en la aproximación,

Este camino NO es el de aproximación
Esta SI es la pista de aproximación
pero rapidamente al ver que estábamos cruzando sobre el barranco en vez de remontarlo volvimos a la carretera y esta vez si tomamos la pista correcta, que es la GR15 que cruza la carretera de subida a Buesa un poco más arriba.

Esta vez si estábamos remontando el cauce hasta la altura de la presa de hormigón armado, fue ahí donde nos equipamos con nuestros neoprenos y arneses y descendimos hasta la base de la presa en donde David dio al grupo una explicación del equipo: qué es cada componente, para que sirve y como usarlo, así como un breve repaso de conceptos de seguridad en actividades acuáticas.

Charla de seguridad antes de empezar el descenso

La primera toma de contacto con el barranco es un rappel de 22 metros seguido muy a continuación de otro de 9 metros. Para muchos de los participantes en la actividad era la primera vez que se enfrentaban a un descenso con cuerdas (primer rappel de Javi), y la verdad que se vio alguna cara de nerviosismo, teníamos una cuerda de seguridad preparada para usarla en caso de ver cualquier señal de desconfianza pero todos los participantes respondieron muy positivamente pero como medida de seguridad optamos por colocarnos uno de los guías en la base del rappel sujetando la cuerda para en caso de necesidad frenar al que descendía, algo que no fue necesario hacer en ningún momento del día pues todo el grupo bajo perfectamente todos los rappeles.

Primer rapel de 22 metros

Miguel descendiendo
Es algo destacable ver que en este barranco existe doble instalación en las cabeceras de los rappeles a fin de descongestionar los tapones que muchas veces se forman, nosotros como prácticamente fuimos los primeros en entrar (9 de la mañana) no tuvimos problemas de atascos pero si que justo detrás nuestro empezaron a aparecer empresas de aventura con barranquistas novatos.

Integrantes de la expedición
Con el subidón de adrenalina de las dos primeras bajadas (Miguel bajando el segundo rappel) fuimos progresando por el barranco del Furco, admirando su belleza natural y haciendo de vez en cuando la morsa. Más adelante nos encontramos un tobogán con caída a una poza por el que se tiraron Javi y Pepe, o un salto de 7 metros que saltaron RamónMiguel, Oscar y David.

A la izquierda la opcion de tobogan, a la derecha la plataforma del salto de 7 metros

En el último rappel de 20 metros que desciende sobre la cascada que forma el cauce se volvieron a ver algunos nervios pero se bajo sin ningún problema, recogiendo las cuerdas en la saca hasta el próximo barranco. Para despedirnos un ultimo tobogán de 5 metros con una fácil recuperación por que el fueron muchas las veces que nos tiramos como niños en un parque de atracciones.

En nada llegamos al puente de la carretera, por donde salimos y volvemos al coche, nos quitamos los neoprenos aún excitados con la experiencia

Unico accidente de la jornada, un quemazo
y tomando rumbo a Fanlo, donde comeríamos nuestros bocadillos mientras comentábamos la mañana (y Pepe se hacía amigo de un perro pulgoso).

Que rica esa cerveza antes del barranco
Sobre eso de las 14:00 tomamos la pista de descenso al la garganta de Las Gloces (ver mapa) y vuelta a equiparnos con los neoprenos y al Jalle de cabeza, si antes hablábamos de la belleza del Furco, ahora la garganta de Las Gloces nos deja sin palabras, un barranco precioso en el que también un rappel de 13 metros nos hace entrar en situación.

Primer rappel de 13 metros nada mas empezar

David comprobando la longitud de la tirada

Preparando la cabecera del rappel

Pepe descendiendo
Un par de rappeles mas de 6 y 5 metros y nos adentramos en la zona de los oscuros donde la altura y estrechez de la garganta es tal que aun a las tres de la tarde parecía haberse echo de noche. Esta zona está repleta de pequeños toboganes y aunque no bajaba mucha agua aún nos dio para disfrutar un buen rato de ellos. A la salida de los oscuros el sol volvió a calentarnos un poco pues, aun en agosto, el agua de los barrancos baja fría (se me olvidó preguntar a Oscar que temperatura marcaba su silbato con brújula y termómetro incorporado).

Con algún salto sencillo, un par de toboganes y algún destrepe llegábamos mas tarde al final del barranco, en donde una tortuosa subida nos devolvía a la pista y a su vez nos recordaba que el barranquismo es un deporte, cansa, pero que es una de las formas mas divertidas de practicar deporte y disfrutar la naturaleza.

Tras la cerveza y el bocado de rigor bajamos raudos a Zaragoza para llegar por los pelos a devolver el material.

El equipo de barranquistas tras la expedición
 









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